Aunque el 2020 sea un año que muy poca gente echará de menos, hay que reconocer que ha habido aspectos positivos y lecciones importantes que podrían ayudarnos a construir un futuro más seguro. En lo que se refiere a las empresas, una de las mayores lecciones del último año fue la importancia de la agilidad y la adaptabilidad. Ser capaces de pensar, comprender y reaccionar rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado fue la clave del éxito o del fracaso para muchas empresas y, puesto que la incertidumbre continuará durante el nuevo año, la agilidad debería estar en la lista de propósitos de cada empresa. En este artículo, analizaremos cómo su cultura, sus empleados y sus procesos pueden ser más ágiles y qué medidas puede adoptar en este momento para ayudarle a superar las situaciones adversas que puedan surgir en el futuro.