Se necesita prestar mayor atención a la capacidad de recuperación de las empresas frente a los riesgos cada vez mayores e impredecibles de interrupción de la actividad y de la cadena de suministro. A medida que las empresas se vuelven más dependientes de la tecnología y de las cadenas de suministro globales, éstas se han vuelto mucho más vulnerables a la interrupción de actividad. Ya sea un terremoto en el otro lado del mundo, un incendio que afecte a un proveedor o un importante ciberataque, los sucesos de interrupción de actividad pueden paralizar una empresa.