Los empleados rinden mejor cuando están comprometidos y motivados. Los lugares de trabajo suelen ser estimulantes, son lugares donde pasan muchas cosas. Cuando se trabaja a distancia, la comunicación suele ser menos frecuente y el ambiente del hogar menos estimulante. Por lo tanto, es aconsejable que las empresas aumenten la comunicación formal e informal.
Los métodos de comunicación deben combinarse: una llamada de vídeo o de teléfono es más interactiva que un correo electrónico y ayuda a romper la monotonía de trabajar con la bandeja de entrada del correo. Las videollamadas también permiten la oportunidad de interactuar cara a cara y permiten que los equipos se comuniquen entre ellos. Usar plataformas de mensajería instantánea ayuda a cambiar el tono y el ritmo de las respuestas y puede ser un medio de comunicación más favorable para algunos.
Cabe considerar si algunas tareas deben realizarse en equipo en lugar de individualmente. La colaboración en equipo ayuda a la cohesión del mismo y mantiene a sus miembros comprometidos. Es muy posible que los beneficios de los equipos que trabajan unidos superen los efectos negativos que se experimentan a corto plazo derivados del aumento del tiempo necesario para completar las tareas al hacerlo en grupo. El hecho de que los empleados trabajen desde casa no significa que tengan que sentirse aislados.
Los empleados rinden mejor cuando están comprometidos y motivados. Los lugares de trabajo suelen ser estimulantes, son lugares donde pasan muchas cosas. Cuando se trabaja a distancia, la comunicación suele ser menos frecuente y el ambiente del hogar menos estimulante. Por lo tanto, es aconsejable que las empresas aumenten la comunicación formal e informal.
Los métodos de comunicación deben combinarse: una llamada de vídeo o de teléfono es más interactiva que un correo electrónico y ayuda a romper la monotonía de trabajar con la bandeja de entrada del correo. Las videollamadas también permiten la oportunidad de interactuar cara a cara y permiten que los equipos se comuniquen entre ellos. Usar plataformas de mensajería instantánea ayuda a cambiar el tono y el ritmo de las respuestas y puede ser un medio de comunicación más favorable para algunos.
Cabe considerar si algunas tareas deben realizarse en equipo en lugar de individualmente. La colaboración en equipo ayuda a la cohesión del mismo y mantiene a sus miembros comprometidos. Es muy posible que los beneficios de los equipos que trabajan unidos superen los efectos negativos que se experimentan a corto plazo derivados del aumento del tiempo necesario para completar las tareas al hacerlo en grupo. El hecho de que los empleados trabajen desde casa no significa que tengan que sentirse aislados.
Los empresarios deben tener en cuenta que los equipos informáticos pueden limitar la productividad de alguna manera, por ejemplo, la banda ancha en los hogares puede ser más lenta y los ordenadores portátiles con pantallas pequeñas pueden ser un obstáculo para quienes están acostumbrados a trabajar con pantallas grandes o múltiples.
Para algunos empleados el trabajo a distancia puede ser más difícil y desafiante. Durante el periodo de transición, es aconsejable consultar frecuentemente con los empleados cómo se sienten y cómo se enfrentan a la situación. Para algunas empresas esto puede formar ya parte de su cultura y práctica de trabajo, pero para otras puede requerir un cambio de enfoque, que inicialmente puede ser recibido con escepticismo y recelo por parte de los empleados.
Las empresas deben recordar a los empleados los servicios de salud mental que tienen a su disposición y, a ser posible, volver a impartir los cursos de formación sobre salud mental, bienestar y capacidad de recuperación. También es importante recordar a los empleados que es normal tener problemas y animarles a informar sobre ellos. Los responsables deberían insistir regularmente en ello. Algunos Programas de Asistencia al Empleado ofrecen asesoramiento preventivo, en caso de que se necesite.
Los empresarios deben tener en cuenta que los equipos informáticos pueden limitar la productividad de alguna manera, por ejemplo, la banda ancha en los hogares puede ser más lenta y los ordenadores portátiles con pantallas pequeñas pueden ser un obstáculo para quienes están acostumbrados a trabajar con pantallas grandes o múltiples.
Para algunos empleados el trabajo a distancia puede ser más difícil y desafiante. Durante el periodo de transición, es aconsejable consultar frecuentemente con los empleados cómo se sienten y cómo se enfrentan a la situación. Para algunas empresas esto puede formar ya parte de su cultura y práctica de trabajo, pero para otras puede requerir un cambio de enfoque, que inicialmente puede ser recibido con escepticismo y recelo por parte de los empleados.
Las empresas deben recordar a los empleados los servicios de salud mental que tienen a su disposición y, a ser posible, volver a impartir los cursos de formación sobre salud mental, bienestar y capacidad de recuperación. También es importante recordar a los empleados que es normal tener problemas y animarles a informar sobre ellos. Los responsables deberían insistir regularmente en ello. Algunos Programas de Asistencia al Empleado ofrecen asesoramiento preventivo, en caso de que se necesite.
Cuando se está acostumbrado al bullicio del entorno laboral, el trabajo a distancia prolongado puede suponer un verdadero impacto para los empleados, en particular para aquellos que ya viven de alguna manera aislados fuera del lugar de trabajo. Es fundamental que los empleados sigan sintiéndose vinculados a sus compañeros y que ejerzan la disciplina adecuada en casa. Para ello, deberían:
Sin la rutina de ir y venir del lugar de trabajo, la jornada laboral puede hacerse muy larga, sin tener un claro “punto de finalización” al final del día. El resultado es que los empleados nunca desconectan y corren el riesgo de quemarse rápidamente.
Los empleados deben ser disciplinados también en lo que respecta a hacer descansos, ya sea simplemente tomar algo o tomar un poco de aire fresco en su terraza, si tienen. También se aconseja hacer ejercicio con regularidad aunque se tenga que hacer en casa.
Los descansos regulares son particularmente importantes también en lo que se refiere a la ergonomía. Por lo general, los escritorios del hogar son menos adaptables que los de la oficina y es poco probable que hayan sido evaluados por especialistas en cuestiones relacionadas con la postura. Se recomienda el movimiento y el estiramiento ligero cada 30 minutos.
Cuando se está acostumbrado al bullicio del entorno laboral, el trabajo a distancia prolongado puede suponer un verdadero impacto para los empleados, en particular para aquellos que ya viven de alguna manera aislados fuera del lugar de trabajo. Es fundamental que los empleados sigan sintiéndose vinculados a sus compañeros y que ejerzan la disciplina adecuada en casa. Para ello, deberían:
Sin la rutina de ir y venir del lugar de trabajo, la jornada laboral puede hacerse muy larga, sin tener un claro “punto de finalización” al final del día. El resultado es que los empleados nunca desconectan y corren el riesgo de quemarse rápidamente.
Los empleados deben ser disciplinados también en lo que respecta a hacer descansos, ya sea simplemente tomar algo o tomar un poco de aire fresco en su terraza, si tienen. También se aconseja hacer ejercicio con regularidad aunque se tenga que hacer en casa.
Los descansos regulares son particularmente importantes también en lo que se refiere a la ergonomía. Por lo general, los escritorios del hogar son menos adaptables que los de la oficina y es poco probable que hayan sido evaluados por especialistas en cuestiones relacionadas con la postura. Se recomienda el movimiento y el estiramiento ligero cada 30 minutos.
Es necesario mantener una dieta saludable para evitar la sensación de letargo de estar en casa. El picoteo constante puede ser a menudo un inconveniente del trabajo a distancia. Si es un hábito difícil de romper, al menos se debe intentar tomar tentempiés saludables.
Una de las formas de combatir la soledad durante un aislamiento prolongado es establecer videollamadas periódicas con los compañeros de equipo. Si los empleados están pasándolo mal en casa, ya sea mental o físicamente, deben avisar a sus compañeros, a su responsable directo o al encargado de los servicios de salud mental lo antes posible.
Es necesario mantener una dieta saludable para evitar la sensación de letargo de estar en casa. El picoteo constante puede ser a menudo un inconveniente del trabajo a distancia. Si es un hábito difícil de romper, al menos se debe intentar tomar tentempiés saludables.
Una de las formas de combatir la soledad durante un aislamiento prolongado es establecer videollamadas periódicas con los compañeros de equipo. Si los empleados están pasándolo mal en casa, ya sea mental o físicamente, deben avisar a sus compañeros, a su responsable directo o al encargado de los servicios de salud mental lo antes posible.
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