En 2019 se registró el mes de junio más caluroso de la historia, batiendo récords de altas temperaturas en toda Europa. Apenas seis meses antes, un vórtice polar provocó un descenso sin precedentes de las temperaturas en el medio oeste de Estados Unidos, donde la ciudad de Chicago registró temperaturas más frías que la Antártida.
Los fenómenos meteorológicos extremos se están convirtiendo en algo habitual, pero cada vez resulta más difícil predecir su posible impacto en las empresas. Los factores medioambientales, como el cambio climático, la escasez de agua y tormentas e inundaciones más extremas, son algunos de los factores que contribuyen a que el mundo sea un lugar cada vez más impredecible para las empresas.
Según el Índice de Imprevisibilidad de QBE, casi todos los “años menos predecibles” del Índice han tenido lugar durante los últimos 20 años, y la mayoría de ellos en los últimos 10. Este aumento de la imprevisibilidad se debe, en gran medida, al debilitamiento de la estabilidad política desde la entrada en el nuevo milenio, pero los factores medioambientales interactúan cada vez más con los riesgos políticos, económicos, sociales y empresariales.
En 2019 se registró el mes de junio más caluroso de la historia, batiendo récords de altas temperaturas en toda Europa. Apenas seis meses antes, un vórtice polar provocó un descenso sin precedentes de las temperaturas en el medio oeste de Estados Unidos, donde la ciudad de Chicago registró temperaturas más frías que la Antártida.
Los fenómenos meteorológicos extremos se están convirtiendo en algo habitual, pero cada vez resulta más difícil predecir su posible impacto en las empresas. Los factores medioambientales, como el cambio climático, la escasez de agua y tormentas e inundaciones más extremas, son algunos de los factores que contribuyen a que el mundo sea un lugar cada vez más impredecible para las empresas.
Según el Índice de Imprevisibilidad de QBE, casi todos los “años menos predecibles” del Índice han tenido lugar durante los últimos 20 años, y la mayoría de ellos en los últimos 10. Este aumento de la imprevisibilidad se debe, en gran medida, al debilitamiento de la estabilidad política desde la entrada en el nuevo milenio, pero los factores medioambientales interactúan cada vez más con los riesgos políticos, económicos, sociales y empresariales.
Snow covered cars
£1.000M
El coste diario estimado a la economía del Reino Unido del fenómeno llamado “La Bestia del Este”
Por el contrario, la llamada “Bestia del Este” en 2018 causó temperaturas bajo cero en el Reino Unido, marcando un nuevo récord en este país en primavera. Los fenómenos inusuales pueden tener un impacto desproporcionado, ya que las personas y las empresas tienden a estar menos preparadas. La “Bestia del Este” le costó a la economía del Reino Unido unos 1.000 millones de libras al día,
mientras que los supermercados del Reino Unido perdieron 22 millones de libras por la caída de las ventas, ya que los compradores se quedaron en sus casas. La ola de calor en Europa amenaza con repetir la situación del año pasado, en el que los bajos niveles de agua del Rin impidieron la navegación de algunas partes del río, lo que afectó a las cadenas de suministro y mermó la producción industrial y manufacturera.
Snow covered cars
£1.000M
El coste diario estimado a la economía del Reino Unido del fenómeno llamado “La Bestia del Este”
Por el contrario, la llamada “Bestia del Este” en 2018 causó temperaturas bajo cero en el Reino Unido, marcando un nuevo récord en este país en primavera. Los fenómenos inusuales pueden tener un impacto desproporcionado, ya que las personas y las empresas tienden a estar menos preparadas. La “Bestia del Este” le costó a la economía del Reino Unido unos 1.000 millones de libras al día, mientras que los supermercados del Reino Unido perdieron 22 millones de libras por la caída de las ventas, ya que los compradores se quedaron en sus casas. La ola de calor en Europa amenaza con repetir la situación del año pasado, en el que los bajos niveles de agua del Rin impidieron la navegación de algunas partes del río, lo que afectó a las cadenas de suministro y mermó la producción industrial y manufacturera.
Es difícil predecir los efectos del cambio climático, pero los científicos creen que los fenómenos extremos, incluidas las inundaciones, están aumentando su frecuencia y gravedad. Sin embargo, los datos sobre otros tipos de fenómenos extremos, como la frecuencia de los huracanes, son menos claros.
En términos generales, los científicos prevén que el cambio climático aumente la frecuencia
de las olas de calor extremas y de las sequías prolongadas. Las investigaciones también apuntan a una mayor probabilidad de que se produzcan lluvias más intensas e inundaciones mareomotrices en las zonas costeras bajas. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, algunos efectos del cambio climático podrían frenar la formación de huracanes, pero, una vez que se forman las tormentas, los océanos
y la atmósfera más cálidos podrían hacer que las tormentas fuesen más fuertes e intensas.
El cambio climático también implicará nuevos riesgos. En el último siglo el nivel del mar ha estado aumentando en todo el mundo, y el ritmo se ha acelerado en las últimas décadas con el calentamiento global. Según un estudio de 2019 publicado por el Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), el nivel mundial del mar podría subir más de dos metros en el año 2100. Esto supone el doble de las predicciones anteriores; el quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático ya pronosticó un aumento del nivel del mar de un metro para finales de siglo.
El rápido crecimiento de las urbes y el cambio climático harán que las ciudades sean más vulnerables a la subida del nivel del mar: ocho de las 10 ciudades más grandes del mundo están cerca del mar, y se prevé que dos tercios de la población mundial vivirá en las ciudades en 2050, según la ONU. Según el Informe sobre los Riesgos Mundiales del Foro Económico Mundial, ya hay 800 millones de personas y 570 ciudades costeras expuestas a un aumento del nivel del mar de 0,5 metros para el año 2050.
Es difícil predecir los efectos del cambio climático, pero los científicos creen que los fenómenos extremos, incluidas las inundaciones, están aumentando su frecuencia y gravedad. Sin embargo, los datos sobre otros tipos de fenómenos extremos, como la frecuencia de los huracanes, son menos claros.
En términos generales, los científicos prevén que el cambio climático aumente la frecuencia de las olas de calor extremas y de las sequías prolongadas. Las investigaciones también apuntan a una mayor probabilidad de que se produzcan lluvias más intensas e inundaciones mareomotrices en las zonas costeras bajas. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, algunos efectos del cambio climático podrían frenar la formación de huracanes, pero, una vez que se forman las tormentas, los océanos y la atmósfera más cálidos podrían hacer que las tormentas fuesen más fuertes e intensas.
El cambio climático también implicará nuevos riesgos. En el último siglo el nivel del mar ha estado aumentando en todo el mundo, y el ritmo se ha acelerado en las últimas décadas con el calentamiento global. Según un estudio de 2019 publicado por el Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), el nivel mundial del mar podría subir más de dos metros en el año 2100. Esto supone el doble de las predicciones anteriores; el quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ya pronosticó un aumento del nivel del mar de un metro para finales de siglo.
El rápido crecimiento de las urbes y el cambio climático harán que las ciudades sean más vulnerables a la subida del nivel del mar: ocho de las 10 ciudades más grandes del mundo están cerca del mar, y se prevé que dos tercios de la población mundial vivirá en las ciudades en 2050, según la ONU. Según el Informe sobre los Riesgos Mundiales del Foro Económico Mundial, ya hay 800 millones de personas y 570 ciudades costeras expuestas a un aumento del nivel del mar de 0,5 metros para el año 2050.
Aerial view of flooding
$100.000M
en pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en los Estados Unidos
2017 fue uno de los años más devastadores que se han registrado en relación con los ciclones tropicales, con más de 100.000 millones de dólares en pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en los Estados Unidos, y el tifón Jebi en Japón. Los incendios forestales de 2017 y 2018 también tuvieron un impacto notable en Norteamérica, ya que provocaron una cifra récord de pérdidas por valor de más de 40.000 millones de dólares. “Camp Fire”, el incendio forestal que tuvo lugar en California en 2018, costó a las aseguradoras 12.500 millones de dólares,
convirtiéndose en el incendio forestal más caro registrado hasta la fecha.
Las pérdidas por catástrofes naturales también aumentan con la globalización de las cadenas de suministro, que exponen a las empresas de EE.UU. y Europa a catástrofes en todo el mundo. Este hecho se pone de manifiesto en la creciente importancia de las pérdidas por interrupción de negocio a causa de las catástrofes naturales, lo que ha aumentado considerablemente el coste asegurado de algunos de esta naturaleza.
Aerial view of flooding
$100.000M
en pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en los Estados Unidos
2017 fue uno de los años más devastadores que se han registrado en relación con los ciclones tropicales, con más de 100.000 millones de dólares en pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en los Estados Unidos, y el tifón Jebi en Japón. Los incendios forestales de 2017 y 2018 también tuvieron un impacto notable en Norteamérica, ya que provocaron una cifra récord de pérdidas por valor de más de 40.000 millones de dólares. “Camp Fire”, el incendio forestal que tuvo lugar en California en 2018, costó a las aseguradoras 12.500 millones de dólares, convirtiéndose en el incendio forestal más caro registrado hasta la fecha.
Las pérdidas por catástrofes naturales también aumentan con la globalización de las cadenas de suministro, que exponen a las empresas de EE.UU. y Europa a catástrofes en todo el mundo. Este hecho se pone de manifiesto en la creciente importancia de las pérdidas por interrupción de negocio a causa de las catástrofes naturales, lo que ha aumentado considerablemente el coste asegurado de algunos de esta naturaleza.
Los impactos de los fenómenos extremos y el cambio climático acentúan el riesgo social, económico, político y empresarial. Los factores ambientales, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos, pueden desestabilizar regiones enteras, ya que los gobiernos, las personas y las empresas se enfrentan a una mayor frecuencia y gravedad. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial afirma que la escasez de agua ya está contribuyendo al conflicto. Solo en 2017, el agua fue un factor importante del conflicto en por lo menos 45 países. Rich Sorkin, Director General de Jupiter, cita a Nueva Orleáns como ejemplo, “Nueva Orleans, una ciudad que recibe importantes fondos para hacer frente a las catástrofes naturales, ha visto una disminución del 10% de su población desde el huracán Katrina hace casi 15 años. Estos problemas, y las tensiones asociadas a las finanzas municipales, la deuda nacional y la inmigración, continuarán empeorando”.
Los impactos de los fenómenos extremos y el cambio climático acentúan el riesgo social, económico, político y empresarial. Los factores ambientales, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos, pueden desestabilizar regiones enteras, ya que los gobiernos, las personas y las empresas se enfrentan a una mayor frecuencia y gravedad. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial afirma que la escasez de agua ya está contribuyendo al conflicto. Solo en 2017, el agua fue un factor importante del conflicto en por lo menos 45 países. Rich Sorkin, Director General de Jupiter, cita a Nueva Orleáns como ejemplo, “Nueva Orleans, una ciudad que recibe importantes fondos para hacer frente a las catástrofes naturales, ha visto una disminución del 10% de su población desde el huracán Katrina hace casi 15 años. Estos problemas, y las tensiones asociadas a las finanzas municipales, la deuda nacional y la inmigración, continuarán empeorando”.
Esto se aplica tanto a las compañías de seguros como a las empresas aseguradas. El sector de los seguros está trabajando para garantizar la continuidad de la cobertura a medida que la sociedad y las empresas se adaptan a condiciones meteorológicas más extremas e impredecibles. A este respecto, las aseguradoras siguen desarrollando capacidades de
elaboración de modelos y utilizan cada vez más nuevas fuentes de datos. Por ejemplo, QBE se ha asociado con Jupiter, empresa El sector de los seguros también está buscando formas de ampliar la cobertura a los riesgos que actualmente no están asegurados o no tienen suficiente cobertura. Existe una importante “falta de protección” con respecto al riesgo de catástrofes
naturales, ya se trate de la exposición a inundaciones en los EE.UU. o de tormentas de viento en los mercados emergentes. Aproximadamente, 280.000 millones de dólares de las catástrofes quedaron sin asegurar en 2017 y 2018, más de la mitad del coste total de las catástrofes naturales. Al mismo tiempo, muchas de las
pérdidas financieras causadas por fenómenos extremos no están actualmente aseguradas. La pérdida de beneficios, el aumento de los costes de explotación y la interrupción de la cadena de suministro asociada a las olas de calor o a las olas de frío no suelen estar cubiertas cuando no se producen daños físicos.
$280.000M
de las catástrofes quedaron sin asegurar en 2017 y 2018
Esto se aplica tanto a las compañías de seguros como a las empresas aseguradas. El sector de los seguros está trabajando para garantizar la continuidad de la cobertura a medida que la sociedad y las empresas se adaptan a condiciones meteorológicas más extremas e impredecibles. A este respecto, las aseguradoras siguen desarrollando capacidades de elaboración de modelos y utilizan cada vez más nuevas fuentes de datos. Por ejemplo, QBE se ha asociado con Jupiter, empresa El sector de los seguros también está buscando formas de ampliar la cobertura a los riesgos que actualmente no están asegurados o no tienen suficiente cobertura. Existe una importante “falta de protección” con respecto al riesgo de catástrofes naturales, ya se trate de la exposición a inundaciones en los EE.UU. o de tormentas de viento en los mercados emergentes. Aproximadamente, 280.000 millones de dólares de las catástrofes quedaron sin asegurar en 2017 y 2018, más de la mitad del coste total de las catástrofes naturales. Al mismo tiempo, muchas de las pérdidas financieras causadas por fenómenos extremos no están actualmente aseguradas. La pérdida de beneficios, el aumento de los costes de explotación y la interrupción de la cadena de suministro asociada a las olas de calor o a las olas de frío no suelen estar cubiertas cuando no se producen daños físicos.
$280.000M
de las catástrofes quedaron sin asegurar en 2017 y 2018
La predicción de los fenómenos extremos seguirá siendo más imprevisible durante períodos más largos, de dos años o más. “A medida que la atmósfera y los océanos se calientan, los parámetros climáticos tradicionales pierden importancia y las consecuencias de los niveles imprecisos de dióxido de carbono en la atmósfera son cada vez más difíciles de predecir” señala Sorkin.
Sin embargo, la predicción de todos los tipos de clima, incluidos los extremos, para horizontes temporales más cortos (hasta 15 días) será más precisa, como lo ha sido en los últimos 70 años. Junto con los avances en datos y análisis, una mejor previsión a corto plazo debería ofrecer a las empresas la oportunidad de identificar los riesgos con antelación y tomar medidas para mitigar las pérdidas.
Satellite
La predicción de los fenómenos extremos seguirá siendo más imprevisible durante períodos más largos, de dos años o más. “A medida que la atmósfera y los océanos se calientan, los parámetros climáticos tradicionales pierden importancia y las consecuencias de los niveles imprecisos de dióxido de carbono en la atmósfera son cada vez más difíciles de predecir” señala Sorkin.
Sin embargo, la predicción de todos los tipos de clima, incluidos los extremos, para horizontes temporales más cortos (hasta 15 días) será más precisa, como lo ha sido en los últimos 70 años. Junto con los avances en datos y análisis, una mejor previsión a corto plazo debería ofrecer a las empresas la oportunidad de identificar los riesgos con antelación y tomar medidas para mitigar las pérdidas.
Satellite
La gestión de riesgos, así como el asesoramiento y los servicios de prevención de pérdidas serán un aspecto aún más importante en los seguros. Las aseguradoras como QBE, que están invirtiendo en modelos y datos exhaustivos, pueden proporcionar servicios y asesoramiento para ayudar a las empresas a aumentar su capacidad de recuperación y a recobrar su plena capacidad en caso de que ocurra un imprevisto.
Nuestro agradecimiento a Rich Sorkin, Director General de Jupiter, por su aportación a este artículo.
La gestión de riesgos, así como el asesoramiento y los servicios de prevención de pérdidas serán un aspecto aún más importante en los seguros. Las aseguradoras como QBE, que están invirtiendo en modelos y datos exhaustivos, pueden proporcionar servicios y asesoramiento para ayudar a las empresas a aumentar su capacidad de recuperación y a recobrar su plena capacidad en caso de que ocurra un imprevisto.
Nuestro agradecimiento a Rich Sorkin, Director General de Jupiter, por su aportación a este artículo.
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